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Después de más de un año de la noticia de que un virus contagioso y mortal llegó a nuestras vidas y a ocupar los titulares de los periodicos del mundo, podemos decir que seguimos en la guerra pero sin victoria.
Victoria que no conseguiremos si nuestras familias, amigos y la comunidad piensan que la vacuna no es el único salvavidas que tenemos para seguir despertandonos cada mañana, ver el sol y agradecer por una tasa más de café que podemos disfrutar.
Hoy, me levanto con las estadísticas de las noticias que hace meses eran esperanzadoras y que un 26 de julio del 2021 marca la curva de muertes en un pico inesperado, hoy siento que tengo un mayor compromiso con la sociedad y con esos amigos que no quiero que se vayan a causa del COVID-19. Hoy quiero que la máma de María, que Hugo, que Jacqueline y Leo sigan contando sus historias de vida y puedan decir: salí victorioso, salí victoriosa.
Seguimos sacándole el cuerpo a la guerra, diciéndonos que todo estará bien, enfocándonos en nuestro trabajo y no bajando la guardia ante el virus que en cualquier momento puede tocar la puerta de nuestras casas. La victoria debe ser contada por nosotros, nuestros hijos y por todos los que seguimos en lucha y no bajamos el escudo que en este caso sería una máscara.
La guerra sigue, la victoria la alcanzaremos en el momento en que todos tomemos conciencia de la importancia de vacunarnos, por tí, por mí, por tu familia y por la comunidad que tanto amamos...!Vacúnate!
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