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Sindrome del Inmigrante



Emigrar se ha convertido hoy para millones de personas en un proceso que posee unos niveles de estrés tan intensos que llegan a superar la capacidad de adaptación de los seres humanos. Muchos inmigrantes padecen hoy en día el Síndrome del Inmigrante, también conocido como el Síndrome de Ulises.


Los expertos indican que a la hora de identificar el síndrome, existen siete duelos en la migración:

· La familia y los seres queridos, sobre todo si se dan separaciones forzadas de hijos pequeños.

· La lengua.

· La cultura (costumbres, valores…).

· La tierra (paisajes, colores, luminosidad, olores, temperatura…).

· El estatus social (acceso a oportunidades, papeles, trabajo, vivienda, sanidad…).

· El contacto con el grupo de pertenencia (prejuicios, xenofobia, racismo…).

· Los riesgos para la integridad física (en el viaje migratorio, accidentes laborales, persecución., indefensión…).


El estrés en relación a la lengua y la cultura, aun siendo muy importante, ha sido superado ampliamente por el estrés de tipo psicosocial y de tipo personal en relación al estatus social, las rupturas afectivas y la integridad física. También se precisan la existencia de cuatro elementos desencadenantes:

· La soledad, provocada por la separación forzada de la familia y los seres queridos.

· El duelo por el fracaso del proyecto migratorio que surge cuando el inmigrante no logra ni siquiera las mínimas oportunidades para salir adelante al tener dificultades de acceso a “los papeles”, al mercado de trabajo, o hacerlo en condiciones de explotación.

· La lucha por la supervivencia, dividida en dos grandes áreas: la alimentación y la vivienda.

· El miedo tanto a los peligros físicos relacionados con el viaje migratorio como a la detención y expulsión de los países donde se ha migrado.

Una persona afectada por el Síndrome del Inmigrante, puede padecer alguno o la combinación de algunos de los síntomas mencionados a continuación: Tristeza, llanto, culpa, ideas de muerte, tensión, preocupaciones intrusivas y recurrentes, irritabilidad, insomnio, cefalea, fatiga, fallos de memoria, falta de atención, fallos de memoria y de atención, desorientación a nivel temporal .

Si usted o alguna persona cercana, padece de este síndrome, no dude en buscar ayuda. Si no sabe dónde o como, comuníquese con nosotros y con gusto le estaremos apoyando.


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